No me gusta recomendar pero en este caso y por su carácter terapéutico, diría que es la vía de comunicacion ideal para turistas estresados. La cadencia y el ritmo es el justo para contemplar y asimilar.
La mala infraestructura de carreteras hace que la vida se agolpe en sus orillas. Las aldeas y las pinazas de pesca proporcionan la materia prima fresca a falta de nevera, pero cuando paras ves con todo su rigor la dureza de una vida que carece de lo mínimo.... si portas botiquín la embarcación se convertirá en un consultorio. La maleta botiquin fue a dar con dos de los cientosetenta medicos cubanos que prestan ayuda en Mali, otros paises simplemente exportan armas ....
Algo intrascendente como la noche y el amanecer se convierten en un festival de color cuando el patrón para a hacer noche en un banco de arena en medio del río.
"Navegar entre dos cielos" no es ningún flipe, esto sucede cuando pasas por el lago D`Ebo, y lo coges en calma. Pinazas pequeñas y pinazas de 30 metros se suceden y si el viento sube aparecen las velas..... la conversacion se va a la Copa de la América y de lo inmoral y de lo ridículo que resulta de ver a magnates endiosados en busca de un trofeo...... navegar era un fin pero Tombuctu era el destino. La ciudad muestra en pleno apogeo la decadencia de lo que fue, con sus restauraciones incluidas y sus extrarradios de miseria , nómadas asentados por un enfrentamiento cultural inevitable.
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